Publicado por Fretzalet |

Brad Pitt y su amor por los perros.

La historia de Pitt en Mendoza - Argentina:

En septiembre de 1996, la prensa mundial giraba su cabeza hacia Mendoza y seguía los pasos del famosísimo Brad Pitt. Es que el actor norteamericano llegaba a nuestra provincia para filmar la mayoría de las escenas de la película Siete años en el Tíbet. De aquella experiencia hay una historia que muy pocas personas conocen porque, precisamente, el mismo actor pidió que no se contara hasta que no se hubiese ido del país. Pitt recogió de la calle unos 15 animales vagabundos, la gran mayoría perros, uno de ellos se lo llevó junto con un gatito mestizo abandonado, previa desparasitación y castración. El resto los regaló con una foto autografiada.

De pronto, Uspallata se convirtió en Lhasa, la capital del Tíbet. Allí los actores, la producción, los ayudantes y todo el equipo pasaban horas y horas trabajando, incluso almorzaban y tomaban sus continuos snacks. Este despliegue de personas y los   alimentos que se necesitaban para su mantenimiento hizo que sucediera lo que habitualmente ocurre en Argentina: muchos perros comenzaron a acercarse para tratar de obtener un bocadillo o hacerse de algún desecho de comida.

Pitt es sensiblemente un amante de los animales, es habitual verlo acariciar a estos perros vagabundos. En Mendoza, Brad se encariñó con varios de los perros que a diario aparecían por el set de filmación. En total fueron 13 perros los que recogió en la zona de Uspallata, pero no sólo para alimentarlos, sino también para darles atención médica y ubicarlos en hogares responsables. Para cumplir con esta tarea, mandó a reacondicionar un camión que sería utilizado para el traslado de los animales hasta la clínica veterinaria de Sergio Biglieri, en Chacras de Coria. Entre los animales se encontraba un dogo argentino que le regalaron al actor.

Cotidianamente llegaba el "canil móvil" hasta la clínica veterinaria en el distrito lujanino y los animales eran atendidos según sus necesidades.

“Mi primera experiencia con Brad Pitt fue una terrible envidia, porque cautivó la atención de todas las mujeres de la zona. Pero después de a poco empezamos con mis colegas a valorar lo que era como persona y su comportamiento con los animales”, comentó  el veterinario.

Según el profesional, un secretario personal del actor se acercó "para preguntarnos si estábamos dispuestos a atender médicamente los animales, con la única condición de que no se difundiera el tema hasta que Pitt se hubiese ido del país". Esta fue la razón por la cual nunca se supieron más detalles de lo sucedido. Se conocía que tanto el actor como su novia se habían llevado perros a Estados Unidos, pero nada se sabía de esta obra de bien.

Pero la historia de Pitt con los animales no termina allí. Tras las respectivas operaciones, el actor  los regaló a algunas personas de Uspallata y a otras de Chacras de Coria, junto a una foto de él mismo con un agradecimiento. “Claro, el 99,9% de quienes adoptaron estas mascotas fueron mujeres, con tal de tener algo del actor...”, agregó Biglieri.

Tanto Brad como su novia de aquel entonces Gwyneth Paltrow aman a los animales, ellos mismos  se quedaron con un perrito que habían encontrado en la calle muy herido, otro callejero que se acercó a El Cortijo y un gatito mestizo. Antes de volver a Estados Unidos, regalaron uno de los perritos y el dogo argentino, en tanto que los otros dos animales se los llevaron con ellos al país del norte.

Sacamos a la luz esta historia, que ya tiene sus años, porque muy pocas personas la conocían completamente 


Fuente: http://www.mdzol.com/nota/315850/